Hollywood esta de luto. A la muerte esta semana del actor Robin Williams se le suma la de la actriz Lauren Bacall debido a un derrame cerebral. La "joven judía del Bronx/, como se la conoció coloquialmente en la industria, se ganó pronto al gran público con frases y películas que la harían inmortal.
Ingresó muy joven en la Academia Americana de Artes Dramáticas y su debut como actriz fue en Broadway en 1942. Hasta 1944 no debutaría en la gran pantalla pero fue una portada para Harper`s Bazaar a los 17 años lo que la lanzó al estrellato. Fue la esposa del director Howard Hawks quien la vio y la recomendó a su marido para protagonizar, con tan solo 19 años, la película "Tener y no tener".
Su estilo marcó a toda una generación. Su mirada penetrante y su figura estilizada crearon un icono rápidamente imitado por otras modelos y actrices de la época. Poseía un estilo discreto y estricto que la hacía resaltar por encima de la media pero, al mismo tiempo, era la imagen de mujer fatal de voz profunda y misteriosa que el imaginario colectivo ha configurado. Su elegancia serena y su gran personalidad se reflejaron profundamente en su estilo y forma de vestir.
Bacall y Bogart consolidaron una de las historias de amor más románticas de Hollywood. Se conocieron en el rodaje de la película "Tener y no tener" (1944) del director Howard Hawks y el flechazo duró hasta la muerte de Humphrey Bogart en 1957. Protagonizaron muchas películas juntos y también estuvieron unidos en muchas cruzadas como la "caza de brujas" del Comité de Actividades Antinorteamericanas del senador Joseph McCarthy.
Su vestuario de cabecera el traje típico de la época: traje sastre de falda y chaqueta. La falda siempre recta por debajo de la rodilla, grandes hombreras, cortes masculinos y tejidos en tonos discretos. En los estilismos del momento ese punto masculino y militar siempre estaba presente, tanto en cortes como en espíritu.
Lauren Bacall encarnó el ideal estético de una época en el que las camisas y blusas eran una prenda clave en el armario femenino: con lazo al cuello, más o menos masculinas, en diversos tejidos, con diferentes caídas... Nunca faltaban en cualquier conjunto.
No por ello renunciaba a las prendas de corte más femenino. Los escotes nunca faltaron en su vestuario ni tampoco los vestidos de la época.
Le llevó casi 20 años salir de la estela de Bogart y recuperar su carrera y lo hizo en primer lugar a través del teatro. Sus regresos al cine fueron casi siempre como estrella invitada; se dedicó también a escribir sus memorias tituladas "By my self". En 2009 recibió el Oscar honorífico por toda su carrera. Cuando lo recibió exclamó: "Por fin, ¡un hombre!".
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