viernes, 31 de octubre de 2014

THE FIRST COVERS


MOMENTS


Trick or treat, susto o trato, en 1948.

60 cumpleaños del fotógrafo Mario Testino

Hay personas que saben cómo cumplir años y Mario Testino es una de ellas. El gran fotógrafo cumplió ayer 30 de octubre 60 años y lo celebró a lo grande con una fiesta inspirada en el Gran Gatsby. Celebrado en el restaurante londinense Chiltern Firehouse, al evento acudieron muchísimas personalidades: Hugh Grant, Rita Ora, Naomi Campbell, Kate Moss y un buen número de modelos que han posado para el fotógrafo. La guinda del pastel la puso la cantante Kylie Minogue cuando salió de una tarta y cantó las canciones favoritas de Testino. 



El dress code de la velada se respetó prácticamente al máximo: Stella McCartney con un turbante-reptil, Sienna Miller de rojo, Poppy Delavigne de cabaretera, Eva Herzigova con un gran abrigo con cuello de piel,  Keira Knightley con escote marinero, y Rita Ora con sombrero a lo gángster. Los hombres también acudieron plenamente uniformados. 



Mario Testino es uno de los fotógrafos más importantes de las últimas décadas del siglo XX y de las primeras del XXI. Está solicitado por las grandes revistas de moda, las celebrities y estrellas se rinden ante su objetivo y su obra se ha expuesto en algunos de los mejores museos del mundo. Actualmente es también uno de los fotógrafos preferidos de la realeza europea, sobre todo de la casa real británica. 




Su carrera en la fotografía se ha ido consolidando con lentitud pero con una apabullante seguridad. Su retrato de Lady Di para Vanity Fair en 1997 fue, quizás, una de las fotos que lo consolidó internacionalmente. Desde entonces la lista de personalidades retratadas por Testino es casi incontable. En 2002, la National Portrait Gallery de Londres abrió una exposición permanente de la obra de Testino titulada Portraits que ha sido, y sigue siendo, la exposición con más éxito de la galería.




El estilo de Mario Testino suele hacer destacar la personalidad del sujeto antes que cualquier otro elemento como la vestimenta, la decoración, o el entorno. El retrato ha sido uno de los grandes logros del fotógrafo pues consigue extraer la psicología del retratado. Considerado el mejor fotógrafo de moda vivo en numerosas ocasiones su trabajo se mueve entre los polos opuestos: lo barroco y lo minimalista, al servicio de la moda y en pos del arte. Su arquetipo femenino se ha ido definiendo a lo largo de los años e, igualmente, siempre ha mostrado mujeres antagónicas. "Me gustan las mujeres fuertes e independientes. Las que pese a su fuerza no dejan nunca de ser femeninas ni utilizan su belleza como un instrumento. Mujeres con personalidad que son capaces de reflejar sus deseos y los nuestros".



JUST FASHION


Craig McDean, fotografía.

Subasta solidaria en Sotheby's de las joyas de Estée Lauder

Durante su venta anual de Magnificent Jewels el próximo 9 de diciembre en Nueva York Sotheby's realizará la tercera subasta de joyas de la colección de Estée Lauder, después del éxito de las dos subastas anteriores en diciembre de 2012 y febrero de 2013. Los beneficios que se obtengan de 33 de las 44 piezas en subasta se destinarán a la Fundación del Cáncer de Mama que fundó Estée Lauder, y el resto para la Fundación de Alzheimer de Leonard Lauder. 



En 2012, un año después de la muerte de Evelyn Lauder y transcurridos ocho de la muerte de Estée, el hijo de esta última, Leonard fue quien seleccionó un primer lote de 112 joyas para subastarlo y destinar los beneficios a la fundación de investigación del cáncer de mama que Evelyn Lauder había creado en los años noventa. El lazo rosa fue una iniciativa creada por Lauder y su fundación. “Mi madre, Estée, y mi querida esposa, Evelyn, estarían encantadas y honradas de que sus tan preciados objetos se vendieran para recaudar fondos”, asegura. “El objetivo de nuestra familia ha sido, y continúa siendo, ayudar a que estas enfermedades sean algo del pasado”.


Brazalete de Oscar Heyman & Brothers


Broches de platino de 1935

Estée Lauder nació en 1906 en Queens, hija de una familia muy humilde de emigrantes húngaros. Su máxima vital siempre fue: "La búsqueda de la belleza es respetable" y para ello creó toda una industria dedicada a la estética: cremas, perfumes, serums, aceites, cosméticos... La calidad de sus productos la encumbró en los años cincuenta y, gracias a todas sus innovadoras técnicas de marketing, ventas y promoción, consiguió llegar y conquistar al público. 



Collar de Van Cleef & Arpels (perteneció a la Duquesa de Windsor)

Los pingües beneficios otorgados por su imperio cosmético le permitieron adquirir piezas de joyería únicas que formaron una colección fastuosa. Tras su muerte fue su nuera, Evelyn Lauder, la que siguió ampliando la colección. Para esta subasta habrá piezas como la famosa pulsera de Cartier Tutti Frutti de 1928, dos broches de platino de 1935 que Estée Lauder adoraba, o pendientes de Van Cleef & Arpels.


Pendientes de Van Cleef & Arpels

 

Pulsera Tutti frutti de Cartier

jueves, 30 de octubre de 2014

CONTEMPORARY COVERS



MOMENTS



Las tres brujas (Cher, Susan Sarandon y Michelle Pfeiffer)  rodean al pequeño
diablo, Jack Nicholson, en la película Las brujas de Eastwick (1987).


Diane Von Furstenberg escribe sus memorias

THE WOMAN I WANTED TO BE. Así de claro y conciso es el título del libro que recoge las memorias de la diseñadora Diane Von Furstenberg y que publica la editorial Simon & Schuster

Una de las mejores cualidades de la diseñadora es su abrumadora sinceridad. Nunca ha tenido pelos en la lengua en sus declaraciones así que en estas sus segundas memorias (recordemos que ya había publicado hace dieciséis años sus primeras memorias llamadas Diane: A signature life) no se corta a la hora de revelar los secretos de la industria de la moda y, por supuesto, los suyos propios. El libro está dividido en dos partes: la primera, La mujer que soy, cuenta sus vivencias personas más íntimas acerca de su infancia o su estilo de vida; la segunda, titulada El negocio de la moda, descubre los entresijos de su firma. 


Diane Von Furstenberg comenzó hace más de 40 años y ha creado un estilo completamente diferenciado. Creó el wrap dress (el corte cruzado), prenda que le proporcionó fama mundial allá por los años setenta, y los vestidos de puto de seda ya no son lo mismo desde que Diane los concibió llenos de estampados abstractos lleno de color. Las Google Glass, pertenecientes a su colección primavera-verano 2013, también la han convertido en un icono.


La biografía de Von Furstenberg no sólo habla de las miserias y fortunas de la moda sino que también es una expresión de su actitud vital como mujer pues nos ofrece muchas lecciones de vida. Diane se confiesa imperfecta pero enérgica y glamurosa. La pasarela de nombres importantes, celebrities y amigos de la diseñadora también se pasea por esta biografía en la que salen a la luz, sin ningún tipo de tapujos, relatando anécdotas que serán la delicia de todos los incondicionales de Von Furstenberg.


JUST FASHION


Steven Meisel, fotografía.

El luto en la moda en el Anna Wintour Costume Center

La moda y el luto. Ese es el hilo conductor de la exposición DEATH BECOMES HER: A CENTURY OF MOURNING ATTIRE (La muerte en forma de mujer: Un siglo de vestimenta de duelo) que se exhibe en el Anna Wintour Costume Center del Metropolitan de Nueva York y puede visitarse hasta el 1 de febrero de 2015. El estilo y la moda no han sido ajenos nunca a cualquier estado social por lo que el duelo ha vivido sujeto a los dictados que se le han impuesto a través de las distintas épocas. 



Esta exposición se centra en la moda durante el luto en el siglo XIX y principios del XX. La asignación del color negro para expresar el luto en la cultura occidental se remonta a la asociación de dicho color con el misterio, lo desconocido, lo oscuro, y, consecuentemente, la muerte. Sin embargo, el color negro no es sinónimo de duelo en todas las culturas pues cada una tiene su propio color para manifestar la tristeza ante la muerte. 



A través de más de 30 vestidos, accesorios y algunos retratos fúnebres, se analizan los estrictos códigos del luto que debía seguir una mujer se fueron encontrando con las modas y estilos de cada época. Los hombres estaban exentos, una simple banda negra en su sombrero era suficiente muestra de dolor. La exposición nos ayuda a entender las normas que tenía el duelo así como su expansión desde la realeza a la burguesía y a las clases medias.



Puesto que un funeral es un acto social, la moda ha definido el luto. El duelo, como estilo, ha vivido una evolución histórica y se ha definido con el tiempo. La renuncia al mundo exterior marcaba este estado social del que las revistas de moda fueron responsables de generalizar sus normas. “Los elaborados estándares de duelo establecidos por la realeza se extendieron a todas las clases a través de las publicaciones de moda”, explica Jessica Regan, una de las comisarias de esta exposición. En numerosas ocasiones las mujeres no podían comprar un vestido nuevo para la ocasión, y recurrían a teñir de este color alguna prenda para no ser mal vistas en sociedad.



Tras la I Guerra Mundial, y debido al gran número de muertos, la rigidez en el luto vio su fin. La magnitud del duelo en la sociedad provocó que las costumbres se relajaran. Las pedrerías y otros elementos estéticos comenzaron a invadir el mundo de la moda en el duelo y, por fin, las reglas sociales dejaron de imponerse al respecto. El color negro ha quedado definido como color del luto pero, a su vez, ha conseguido imponerse como símbolo de elegancia y discrección siendo uno de los colores básicos en el mundo de la moda.



TONY VIRAMONTES - Extravagancia ochentera

El ilustrador TONY VIRAMONTES y los años ochenta son indisolubles. Un estilo gráfico de gran audacia y una paleta de colores vibrante, unidos a un trazo duro que no abandona la sinuosidad, hicieron que el ilustrador extrajera de la ilustración de moda su parte más insulsa y le dotara de toda la extravagancia propia de la época.



Tony Viramontes nació en Los Ángeles en 1956 de padres mexicanos. Su temprana obsesión por el toreo, la pasión por la moda y esos pequeños detalles que desvelaban su talento natural para el dibujo, se cohesionaron produciendo un desenfrenado y excitante estilo de dibujo. 



Estudió en el Art Centre College of Design en Los Ángeles antes de marcharse a Nueva York donde consiguió llamar la atención del maestro Antonio López. En 1983 se trasladó a París y su carrera comenzó a despegar cuando su trabajo se publicó en Vogue, Per Lui, y La mode en peinture. Las campañas para las grandes firmas llegaron y sus ilustraciones empezaron a estar en boca de todos.





Viramontes consiguió llevar la silueta de los ochenta casi al límite. Ese estilo triangular en las figuras caracteriza a todas las figuras de sus ilustraciones. Los excesos y la extravagancia de aquella época también tienen su reflejo en su trabajo. el color, los detalles, la ampulosidad... Curiosamente Tony Viramontes nunca se quiso etiquetar como ilustrador y prefería considerarse un creador artístico, alguien que concebía ideas e imágenes. 






Sus llamativas imágenes poseen una fuerza extraordinaria. El carácter dominante de cada personaje contrasta con la feminidad de las figuras femeninas o la sinuosidad de los hombres. Ojos ardientes y ahumados que vibran e hipnotizan. En sus inicios como fotógrafo experimentó con la idea del collage y las posibilidades que ofrecía. El fruto fue la portada del albúm de Janet Jackson, Control, en 1985.




Colaboró con todos los grandes de la moda: Dior, Lacroix, Valentino, Chanel, Jean Paul Gaultier, Yves Saint Laurent... Todos cedieron ante el genio del ilustrador. Publicó en las revistas más prestigiosas (como Vogue o Elle) siendo por abrumante unanimidad el ilustrador de moda de la época. 



Desgraciadamente Viramontes falleció con 31 años de edad a causa del sida pero su influencia en las generaciones de ilustradores posteriores ha sido y es muy evidente. Para quien quiera conocer más de su trabajo recomendamos el libro Bold, Beautiful And Damned: The World Of 1980s Fashion Illustrator Tony Viramontes, de la editorial Laurence King. 



Tony Viramontes