Aunque resurge con fuerza esta temporada, el pantalón palazzo conoció su época dorada en los años 70. Actrices como Diane Keaton o Farrah Fawcett fueron quienes personificaron la moda de aquella época.
El pantalón palazzo cumple 100 años de historia. Atrás queda el principio de siglo en el que su uso fue casi un escándalo. Recordemos que los primeros pantalones de la historia sólo eran un pedazo de tela con cordones que se ataban a la cintura. Añadamos el hecho de que, históricamente en occidente, los hombres son los que han usado el pantalón. Sin embargo a finales del siglo XIX las mujeres comienza a usar el pantalón para el trabajo industrial o el trabajo al aire libre incluso para practicar deporte.
Posteriormente, en la década de 1930 los pantalones comenzaron a ser aceptados por las mujeres. Muchas grandes actrices de Hollywood como Marlene Dietrich y Katherine Kepburn los llevaban en la gran pantalla. Hasta bien entrado el siglo XX los pantalones no se convirtieron en artículos de moda en los países occidentales.
El uso generalizado del pantalón no llegará hasta la década de los sesenta. Yves Saint-Laurent lanza el esmoquin femenino en 1966; André Courrèges introduce el pantalón largo para la mujer como objeto de moda.
La historia del uso del pantalón por la mujer es un recorrido que va desde su primer uso tímido y casi prohibido, pasando por su utilización como prenda de trabajo hasta llegar. Si queréis saber más sobre el tema os recomendamos el libro de la socióloga francesa Christine Bard, "Historia política del pantalón" (Ensayo Tusquets).
La escritora George Sand utilizando pantalón.
Volviendo al pantalón palazzo hay que decir que las características de este modelo están muy bien definidas: cintura alta o a la primera cadera, corte recto, pernera ancha y tejidos ligeros. Permite libertad y amplitud, conceptos heredados del movimiento hippie de la década de los sesenta. Alargan las piernas, estilizan la cintura y no marcan absolutamente nada. Si bien es cierto que, debido al volumen que aporta, no es una prenda que favorezca a todo el mundo.
Los hay de todo tipo: lisos, plisados, estampados clásicos o vanguardistas... Los materiales que se utilizan, siempre que no pesen, pueden variar desde el algodón hasta la viscosa pasando por la seda.
Para mujeres delgadas y altas se aconsejan los plisados, con pinzas o bolsas; pueden utilizar estampados o colores lisos llamativos y claros. Si el cuerpo es más curvilíneo mejor utilizar aquellos en los que la tela proporciona más caída; mejor evitar pinzas o cualquier elemento que aporte volumen al abdomen o la cadera, y tampoco son aconsejables los cinturones; mucho mejor también si se opta por los colores oscuros.
El pantalón palazzo permite un look muy fresco para el verano y es una prenda muy versátil en cualquier momento. Durante el día pueden llevarse de una manera casual combinándolos con una camiseta básica por dentro del pantalón para marcar cintura, una blazer, y unas cuñas. Si se prefieren unas sandalias planas de estilo romano le darán un acabado más desenfadado.
La noche admite un toque sexy si se utilizan colores flúor. La camiseta crochet y unas sandalias de taconazo dan el punto perfecto. Además se puede combinar con un collar barroco para añadir un toque de sofisticación.
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