viernes, 5 de septiembre de 2014

HISTORIA DE LA MODA - EL CENTENARIO DEL SUJETADOR

Odiada o bendecida, necesitada o despreciada, glamurosa o deportiva... Una prenda que sólo admite dualidades, el sujetador, cumple cien años en 2014. 



Mary Philips Jacob, conocida como Caresse Crosby.

A muchos se les atribuye la invención del sujetador. Cuenta Francesc Puertas en su libro El sostén. Mitos y leyendas... y manual de uso (Arcopress, 2012) que allá por 1914 Mary Phelps Jacob tenía que acudir a una fiesta y, viendo que el corsé se le veía, se le ocurrió unir unos pañuelos y unas cintas fabricando el primer prototipo de sujetador. 




En el caso de Mary fue la necesidad  la que propició la idea pero ya antes Pierre Poiret, en 1907, había creado en París un armazón de alambres finos y telas. Se señala igualmente a Otto Titzling como diseñador del primer brasier que, supuestamentente, había copiado a Philip de Brassiere, de cuyo nombre deriva el nombre. La autoría más antigua se atribuye a Hermine Cadolle quien dividió el corsé en dos partes haciendo mucho más cómoda la prenda. 


Brassier - Museo de la ciencia de Londres

También la necesidad es la que ha hecho que miles de mujeres necesitaran sujetarse el pecho desde la antigüedad. Griegas y romanas utilizaban una especie de faja que Ciceron nombre como "strophium". Parece que los pechos femeninos siempre han tenido que estar bajo control aunque las primeras prendas interiores de la humanidad básicamente tenían la  función de guardar las zonas íntimas y su fin era más higiénico que estético. 


Mosaicos romanos con mujeres - Villa romana del Casale.


Strophium

Los corsés, más o menos como los conocemos, surgen a partir de la edad media y el renacimiento. Surgen dos piezas de lencería cuya función era higiénica principalmente: la chemise o camisón interior, y el corsé. La moda en la época comienza a adquirir un concepto estético en el que se usa la ropa interior muy apretada para moldear la figura. El corsé nace oficialmente en el siglo XVI y toma su forma definitiva cuando las mujeres insertan huesos rígidos como huesos de ballena en los corpiños. Así se mantendrá hasta entrado el siglo XIX.




No fue hasta la Primera Guerra Mundial cuando el corsé se vio destronado. De nuevo fue la necesidad la artífice de este hecho. Las mujeres comenzaron a reemplazar a los hombres en las fábricas y la utilización del corsé les impedía trabajar. 



Evolución del corsé.


Tuvieron que pasar los años veinte y los treinta para que Ida Rosenthal introdujera las diferentes tallas de sujetadores clasificando a la mujer en categorías según el tamaño del busto. Fundó la marca Maidenform que se convirtió en toda una referencia en la industria de la ropa interior. Surge el sujetador sin tirantes. 


Ida Rosenthal con modelos.


Las copas en forma de pico se pusieron de moda durante los 40 y 50. Al pasar los años y llegar a la década de los sesenta, al sujetador le salieron detractores.Las feministas rechazaban el sostén y los quemaban en público. Quitarse el sujetador simbolizaba la libertad de la mujer y su deseo de librarse de ataduras y constricciones. 



La estética del sujetador va evolucionando con los años. En los ochenta tal . Las almohadillas push-up aparecen en los 90 levantando los senos y, gracias a las nuevas tecnologías, surge el "wonderbra" o el "airbra". Lo último es el "nightbra" que ayuda a prevenir arrugas en el escote y el "numetrex" que toma el pulso cardíaco. 



Pero ¿por qué usamos sujetador? Ya lo decían las abuelas: que los pechos se caen y el pezón se marca. Sin embargo los médicos lo desmienten. Cierto es que se aconseja su uso durante la práctica de deporte, para evitar un movimiento que tira de los senos hacia abajo y facilita que se descuelguen con más facilidad. El verdadero objetivo del sujetador debería ser sujetar el pecho, sin comprimirlo, para que se realce con naturalidad.

Muchas voces apuntan a la cirugía estética como reemplazo del sujetador aunque la realidad , de momento, sea que la industria de la lencería sigue en auge. Y todo eso pese a que la mayoría de mujeres desconocen su talla correcta de sujetador. En principio el volumen del pecho viene determinado por la copa pero no siempre las marcas se acuerdan de este hecho. 



Las combinaciones y posibilidades del sujetador en nuestro siglo no se acaban. Push-up, reductor, balconette, con relleno, sin aros, moldeador... Sin mencionar la estética de la prenda en cuestión. En la actualidad el sujetador disfruta de su dualidad sin ningún problema. Algunas mujeres utilizan el "minimizer" para evitar miradas; otras usan el "wonderbra para atraerlas. Hoy en día el "bra-less" tiene numerosas adeptas que se suman a todas aquellas que lo llevan por propia voluntad. 


3 comentarios:

  1. Magnífico artículo. Gracias por citar mi libro.

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  2. Molt complerta la historia amic Francesc
    El veritable apostol divulgador de la salut i la comoditat femenina

    Salut, Sort i anim que el món es dels valents i revolucionaris que voleu ajudar a canviar el món, Una abraçada des de l'Anoia

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