Solo cinco días para enseñarnos las propuestas más exclusivas del mundo de la moda. La Semana de la Alta Costura de París arranca con las colecciones primavera-verano de los diseñadores más importantes. Os presentamos un pequeño resumen.
Inauguró esta pasarela el domingo 25 de enero Donatella Versace que concibió su colección con aire de los años sesenta: pantalón campana, botas por encima de la rodilla y largos vestidos asimétricos que se combinaban con transparencias y encaje.
Schiaparelli, sin director creativo (Marco Zanini abandonó la casa en noviembre del año pasado), presentó una colección que intenta seguir rindiendo homenaje a Elsa Schiaparelli pero sin desde un punto de vista más realista. Siguen los clásicos estampados con manos, corazones o estrellas y se añaden otros elementos que parecen hacernos viajar por el mundo.
Japón, Asia y lo oriental subyugaron a varios diseñadores en esta Semana de la Alta Costura. Uno de ellos fue Raf Simons quien, para la maison Dior, reflejó la cultura del sol naciente en su colección acompañada de ciertos aires sixties que tienen su reflejo en la paleta colorista o el recuerdo del diseño industrial.
Dos estilos se aúnan en la colección de Giambattista Valli. Por un lado los tules, la pedrería y los bordados, y por otro los pantalones campana y el tweed. En primer lugar negros y blancos y, seguidamente, los colores pasteles. Sin olvidar los elementos fetiche del diseñador como son plumas, las flores o encajes.
Colección atrevida la de Alexis Mabile en la que grandes vestidos se llenan de detalles como las lentejuelas, el satinado deslumbraba nuestros ojos, y los estampados florales inundaban la pasarela. El diseñador tampoco ha escapado de las referencias niponas en su colección pero las ha combinado con otras inspiraciones que se adivina la inspiración pictórica.
Karl Lagerfeld concibió para Chanel un jardín tropical en el que el glamour habitual de la casa se conjugaba con flores salvajes, tweed y tul. Referencias naturalistas como las flores bordadas que destacaban por la sensación de 3 dimensiones y las botas clásicas de Chanel de media caña.
El orientalismo marca la colección de Armani Privé en todos los detalles bien sean colores (tierra, verdes, azules y cobrizos), los tejidos, que transmiten serenidad y equilibrio, o las texturas que recuerdan las sensaciones táctiles de la vegetación.
Los volúmenes siempre marcan las creaciones de Stephane Rolland. Líneas muy depuradas y multidimensionalidad son marcas de cada una de las colecciones. Las transparencias aportan una elegancia incuestionable a las prendas y la utilización de blancos, negros y tierras con pequeños apliques metalizados nos transmiten cierta sensación onírica.
Como siempre Elie Saab nos presenta una colección de ensueño, volátil, onírica... Vestidos de materiales y tejidos diversos que se unen en perfecto equilibrio. Su ciudad nativa, Beirut, se refleja en la luz y en el movimiento de cada creación.
Tras su retirada del prèt-â-porter Jean Paul Gaultier presenta una colección de alta costura muy centrada, casi comercial, en la que renuncia a sus típicas extravagancias y busca un espacio amable en el que situarse.
Los volúmenes marchan la colección del tándem Viktor & Rolf. Flores en los tocados que son esculturas por propio derecho y que resaltaban por encima del conjunto gracias a la paja. Vestidos también muy florales llenos de volumen e inspiración japonesa en las sandalias.
Para Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, la dirección artística de Valentino, fue Rusia la que inspiró su colección. Bordados de inspiración eslava en la primera parte del desfile que nos hicieron pensar que no todo está inventado en la moda.
Zuhair Murad no puede concebir el mundo sin la pedrería o la gasa. Diseños que destilan lujo y sofisticación y en los que no faltan los escotes imposibles y las transparencias. Este año Zuhair presentaba una pequeña novedad: cinturones joya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario