París acoge dos veces al año, coincidiendo con cada inicio de temporada, la Semana de la Alta Costura. Es una magnífica oportunidad para los diseñadores quienes presentan sus diseños para otoño-invierno 2014-2015. Os ofrecemos un pequeño resumen de los diseñadores más importantes de esta emblemática pasarela.
Atelier Versace abrió la semana de la alta costura de París con una propuesta basada en las asimetrías deconstruidas. La combinación del armario femenino con el masculino ha sido la idea principal de Donatella Versace. El traje chaqueta se convierte en un mono con medio escote palabra de honor, la americana se ajusta a un corsé y se estructura un vestido de noche con una única pernera.
El desfile de Armani Privé tiene en los volúmenes esféricos su principal motivación. El rojo, el negro y blanco fueron los colores utilizados por el italiano. Primero el rojo empezó a surgir en los accesorios hasta que finalmente se hizo dueño del conjunto. Después el blanco y el negro, junto a la sobriedad del traje chaqueta y pantalón, han vuelto a la pasarela.
Por su parte Stephane Rolland ha utilizado de un modo más amplio la variedad de rojos utilizando rojo anaranjado, carmesí y burdeos a los que ha sumado el dorado. Tal y como ha explicado el propio diseñador, su colección juega con la ergonomía y los materiales. Terciopelo y rejilla, plumas de colores, volantes, bordados y cadenas metálicas han completado su propuesta.
Kar Lagerfeld apuesta por una revisión del siglo XVIII que exhala modernidad. Los conjuntos rescatan los volúmenes del vestido a la francesa, los pololos y los pantalones bombachos. Los pequeños toques de contemporaneidad los han puesto las sandalias planas de dedo, los bolsos bandolera y una estética "punk" en la peluquería. Pocos colores (lila, rojo o azul) y tendencia a mantenerse en el negro y el blanco con acompañamiento del oro y la plata.
Giambattista Valli fue absolutamente espectacular. El diseñador resalta la figura femenina utilizando vestidos largos y ajustados que recuerdan una silueta años 50. Diseños con gran volumen y abrigos de pelo en colores como lila, blanco o negro. Muchos colores claros, bordados, tul, encaje y transparencias. Un aire de feminidad con detalles retro conseguido con siluetas drapeadas y faldas degradé.
La colección de Ralf Simons para Christian Dior presenta vestidos años 1920 y su clásica chaqueta bar. Simons opta por vestidos blancos con pequeños toques de color que comparten protagonismo con cortes, volúmenes y texturas de materiales lujosos. El director artístico de Dior resucitó las chaquetas masculinas del siglo XVIII para el uso en las mujeres, que se convirtieron en uno de los mayores aciertos de la colección. La pasarela abrió con vestidos de líneas curvas con ensanches en las caderas, rescatando el volumen del traje a la francesa del siglo XVIII.
Los rosas, nude, azules diluidos, platas, blanco y negros fueron los colores con los que Elie Saab tejió sus diseños. Los escotes en V dejaban la espalda o la frente al descubierto mientras que cascadas de pedrería, perlas, bordados de lentejuelas y Swarovski dejaban muestra del buen hacer del modisto libanés. Actualmente inmerso en una obsesión por el degradado, fundió tres tonalidades diferentes para teñir las flores. Los arabescos vegetales se enfrentan a las líneas horizontales de seda y lentejuelas mientras que el sólido tul de los vestidos de cóctel dejó paso a la fluida muselina del diseño de noche.
"Por una vez no he trabajado mucho con el color" explicaba Jean-Paul Gaultier. El diseñador se ciñó al negro por la oscuridad, al blanco por la inocencia, al rojo por la sangre y al plateado por el halo místico. Un desfile con guiños explícitos al Romanticismo. Milhojas de organza, terciopelo negro, guipur, pieles y filamentos metálicos recrearon un ambiente de terror.
Valentino impuso rigor por sus conjuntos en blanco y negro y paulatinamente cedió el paso a las transparencias de arabescos geométricos. Fluidos vestidos se alternaron con siluetas griegas. Las tieras de cuero envolvieron recatados bustos de manga larga, escotes en V y finas cinturas. Valentino recubrió prendas enteras con plumas y construyó abrigos de corte impecable. La paleta de colores se fue abriendo al oro viejo, al esmeralda más oscuro, azul desgastado y el emblemático rojo de la casa.
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