En 1938 un joven Helmut Neustädter abandona la Alemania nazi rumbo a Singapur. A su llegada a Singapur comenzó a trabajar en el periódico Straits Times donde iniciaría su carrera fotográfica. Fue la fotógrafa Lva, Else Ernestien Neuländer-Simmon, quien tomaría de aprendiz al joven Helmut en los años 30 en Berlín y le enseñaría el arte del retrato y el desnudo en blanco y negro. También de ella aprendió las técnicas de revelado, positivado y retoque de negativos así como el estudio de la composición y el detalle de la imagen.
Tras su paso por un campo de internamiento australiano se casó con su mujer, June Brown (más conocida como Alicie Springs). Juntos se trasladaron a Londres y después a París donde Helmut comenzó a trabajar para las revistas de moda más importantes del momento: Elle, Vogue, Vanity Fair, Paris Match...
Su estilo fotográfico, absolutamente propio e inconfundible, fue una completa novedad. Sus fotografías, en las que predominan los desnudos femeninos, están llenas de glamour, seducción y elegancia. Las mujeres bellas en ambientes lujosos son un icono de su fotografía. Fue uno de los fotógrafos del siglo XX que mejor supo captar el imaginario de las fantasías eróticas.
Utilizaba habitualmente el blanco y negro y apostaba por la luz natural sobre el cuerpo. En general odiaba los fondos blancos en la fotografía ("Las mujeres no se pasa la vida posando delante de una sábana blanca.") y se decantaba por escenarios tipo habitación o hall de un hotel. Incluso llegó a utilizar apartamentos vulgares y domésticos.
Trabajó activamente en el mundo de la moda. Pese a que tenía a su disposición un gran equipo de estilistas, peluqueros, maquilladores y ayudantes para la fotografía en sí sólo contaba con un ayudante, su cámara y un flash. Planificaba cuidadosamente la composición sacando muchas polaroids previamente. Cualquier imagen, por espontánea que parezca, conlleva una preparación extremadamente meticulosa.
Sus modelos habituales representaban un ideal de mujer alta y delgada. De actitud dominante y un tanto altiva pero al mismo tiempo pasivas y sumisas. Caprichosas, melancólicas, domésticas, salvajes... Su naturaliza dual quedaba siempre realzada en su trabajo. Así mismo el tacón de aguja fue una de sus grandes obsesiones por la manera en que realzaba el cuerpo femenino. Realizó grandes fotografías para Louboutin, Manolo Blahnik o Walter Steiger.
Sus fotografías son un pequeño instante congelado de una gran historia que se despliega ante nuestros ojos. De lo que no es admisible y está mal visto Helmut Newton consiguió que se volviera deseable y atractivo. Transgresor y sexual son algunos de los calificativos con los que se ha definido a uno de los genios de la fotografía del siglo XX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario