El estilo clásico y siempre femenino. Esa fue la apuesta indiscutible de NINA RICCI, la creadora símbolo del glamour parisino y de la feminidad llevada a su máxima expresión. Una diseñadora que creía en la seducción y la elegancia de la mujer por encima de todo.
Su nombre real era Maria Adélaïde Nielli y había nacido en Turín en 1883. Su familia se trasladó a Montecarlo para mejorar su situación económica y laboral. A la muerte de su padre, la madre de Nina Ricci decidió trasladarse a París donde Nina aprendió el oficio de costurera y comenzó a trabajar en importantes casas de alta costura. Se casó con Luigi Ricci con tan sólo 20 años pero debido a la endeble salud de Luigi, Nina quedó viuda con tan sólo 26 años y un hijo, Robert, a su cargo.
Trabajar para otros no era la aspiración de Nina, Ella quería diseñar y comercializar sus propias creaciones. Pero tuvo que trabajar muchísimo para lograrlo ya que solo lo consiguió cuando su hijo Robert ya era adulto pues fue él quien le propuso a su madre abrir una casa de alta costura con su nombre. El éxito fue inmediato gracias a los acabados de los vestidos y al patronaje absolutamente perfecto.
Nina Ricci apostó por un estilo muy clásico que buscaba ante todo la femineidad. El refinamiento de sus creaciones destilaba glamour parisino y eso maravillaba a las clientas de la alta sociedad de la época. Su concepto del diseño era totalmente artesanal y trabajaba directamente sobre el maniquí. El uso del color también fue uno de sus sellos de identidad. Pese a que utilizaba normalmente colores suaves y estampados discretos (le encantaban las flores), mezclaba muchos tonos que, por lo llamativos, destacaban inmediatamente.
Fue muy conocida y mencionada su rivalidad con otra gran coutier de la época, Coco Chanel, aunque representaban estilos totalmente distintos. Para Nina RIcci la moda era algo más que moda: "Se trata de una actitud de vida para gozar y ser feliz. Eso se traduce en cortes perfectos, en cuidado al detalle, y en la perfecta selección de materiales en su confección". La elegancia y el romanticismo son las dos cualidades que mejor definen sus creaciones de alta costura pues no fue hasta 1962 cuando la casa decidió sacar una línea prêt-à-porter.
A los 70 años Nina Ricci pensó que era el momento de retirarse aunque se mantuvo en la trastienda revisando cualquier creación que llevara su nombre. El primer diseñador en hacerse cargo de la firma fue Jules-Francois Crahay en 1959, quien siguió el espíritu de la casa; en 1963, ante la marcha de Grahay a Lanvin, Gerard Pipart toma las riendas de la maison y continua la línea de creación de Nina Ricci. Nina Ricci falleció en 1970 y dos años más tarde la casa francesa aunó la presentación de sus líneas de alta costura y prêt-à-porter en un mismo desfile.
Tras una época de relativa estabilidad el grupo español Puig se hizo con el control de la firma en 1998. Mariano Puig decidió que Natalia Gervais se convierta en directora creativa de todos los productos de la firma, incluida la publicidad. Massimo Guissain se encargó posteriormente del diseño pero hasta que no contrataron Oliver Theyskens la casa Ricci no volvió a conocer momentos de esplendor. Aún con todo su espíritu no encajaba con el espíritu comercial que deseaba la directiva y se recurrió a Peter Copping para recuperar el espíritu romántico de Nina Ricci. Actualmente es el diseñador Guillaume Henry quien diseña para la firma.
Diseño de Nathalie Gervais
Diseños de Peter Copping
Guillaume Henry
Nina Ricci ha sido una firma muy ligada a las fragancias. Fue Robert Ricci quien convenció a su madre para que se decidiera a sacar un perfume. Esa fragancia fue L'Air du temps, uno de los cinco mejores perfumes del mundo. Creada en 1951 por Francis Fabron, con el famoso frasco de tapón en forma de paloma de Marc Lalique, es un tributo de Robert a su madre.
En 1965 apareció el primer perfume masculino de la maison, Signoricci. Otros perfumes emblemáticos de la casa son Nina Ricci, Fleur des Fleurs, Deci Delà, o Les Belles de Ricci. En la actualidad Nina Ricci ha ampliado su producción y abarca otros campos como los accesorios, los tratamientos estéticos y los maquilllajes, además de la perfumería.
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