Finaliza la pasarela de moda NEW YORK FASHION WEEK en la que se ha presentado unas propuestas otoño/invierno 2015-2016 que giran en torno a las pieles y a los años setenta y sesenta.
Gilles Mendel apuesta por plisados sofisticados, estampados "arty" y aperturas y transparencias para vestir a una mujer moderna, provocativa y, por supuesto, sofisticada. Badgley & Mischka buscan aire retro a lo Brigitte Bardot y presentan largos "midi" con pedrería, estampados y muchos ornamentos. Dos artistas, el australiano Rhys Lee y el pintor ruso Andrey Remnev, inspiran a Jesús del Pozo quien vuelve a utilizar geometrías, estructuras rígidas y volúmenes con una paleta de colores neón. Funcionalidad para Michael Kors en abrigos, suéters de cachemir con frialdad de colores en cinturas ceñidas y cortes por la rodilla.
Narciso Rodríguez se inclina por el blanco-negro con toques naranjas y marrones y por las líneas muy rectas y depuradas con aberturas y escotes infinitos. Los años sesenta, la cultura hippie y la psicodélia se unen en la colección de Anna Sui en la que los pantalones acampanados y los vestidos boho predominan sobre las demás prendas. Por el contrario es el espíritu rock & roll el que inunda la colección de Diesel Black Gold: cuero, faldas de piel, lencería, y mucho negro y gris. Provenza Schouler huye de cualquier convencionalismo y presenta prendas descosidas, líneas rebeldes, y aperturas estratégicas para una colección con detalles tribales y con el gris, el negro y el rojo como protagonistas.
Jason Wu para Hugo Boss presenta una mujer cosmopolita que utiliza vestidos "midi" y abrigos "oversize" de clara tendencia minimalista en un gris permanente. Para Rodarte, las hermanas Kate y Laura Mulleavy conciben múltiples tonalidades para una mujer que utiliza texturas brillantes e infinidad de elementos como flecos, lentejuelas y plumas que recuerdan los años 20. Diez años cumple la firma de Phillip Lim así que rompen con todo y utilizan los cortes asimétricos en tejidos de cuadros vichy y cierto aire punk. Jenny Packham reviste su colección de aires pictóricos, sobre todo de la época del siglo XIX, destacando las piedras y plumas encrustradas.
Debuta Peter Copping con Oscar de la Renta manteniéndose fiel al espíritu de la firma pero aportando su toque personal con las transparencias y los bordados. Marc Jacobs encuentra a una mujer motera que utiliza patchwork y los estampados escoceses mezclados con tules y estampados florales. El negro y Vera Wang son una unidad en la que el minimalismo y la atemporalidad evolucionan sorprendentemente. Por su parte Zac Posen, con Naomi Campbell en la pasarela, busca la sofisticación y los tejidos vaporosos y plisados con una gran riqueza de aplicaciones en pedrería.
El cuidado y la artesanía del detalle son las características principales de la colección de Vivienne Tam en la que la funcionalidad y el romanticismo se funden. Otra diseñadora que vuelve a los setenta es Reem Acra para quien la mujer tiene un punto rockero que se traduce en mezcla de telas y texturas en un aura dorada y plateada. Sorprendente multiplicidad de tejidos y materiales (desde el látex hasta el acolchado) en la colección de Rag & Bone que se une a otras muchas combinaciones que siempre le funcionan. Dona Karan apuesta por los juegos de volúmenes, texturas y superposiciones en una colección en la que sólo los detalles dorados de los vestidos de noche sobresalen.
Carolina Herrera pone toda su creatividad al servicio de su musa, el agua, que se puede entrever en todos los detalles: tejidos, texturas, líneas, colores... Tommy Hilfiger celebra su 30 aniversario convirtiendo la pasarela en un campo de fútbol americano en el que el espíritu deportivo se dejaba ver en los colores, detalles y forma de las prendas. El espíritu alpino ha poseído la colección de Prabal Gurung en la que, bajo jerseis de lana, chaquetones y faldas con pliegues, se adivina una mujer muy femenina. Negro y gris para las prendas de Yigal Azrouël que se basan en la sobriedad en las líneas rectas.
Pieles y pieles, de zorro, astracán o chinchilla para el vasco Etxebarría, pero también lana o mutón en colores oscuros con un detalle rojo. Public School lleva al extremo el concepto "oversize" en cualquier prenda de su colección, siempre en colores neutros con algunas rayas y cuadros. Para Tibi lo femenino es prioritario así que tonos pastel, cinturas de talle alto, y suavidad en los tejidos. Multiplicidad de capas, combinación de lo largo con lo corto, y la geometría étnica marcan la colección de Custo.
Thakoon nos descubre su esencia oriental en una colección con muchos tonos tierra que superpone piezas y utiliza paillettes y plumas para la noche. Diane von Furstenberg saca el lado diario de la mujer, con vestidos clásicos y sobrios, y el lado nocturno con aberturas muy sensuales. Donna Karan New York piensa la comodidad y utiliza el "oversize" con toques deportivos y aires un poco masculinos en tonalidades neutras. Fiel al estilo minimalista que la ha definido, Victoria Beckham se atreve con volantes y volúmenes dentro de los cortes rectos con blanco, azul, marron y negro como tonalidades predominantes con un toque naranja.
Sastería y pieles funcionan a la perfección en la colección de Derek Lam con las gabardinas como pieza estrella. Alexander Wang concibe el invierno totalmente en negro y se sirve del punk y del grunge para construir una propuesta llena de metal y cortes "oversize". Todo lo contrario que Jill Stuart y sus prendas ideadas para mujeres de ciudad con vestidos camiseros, prendas de punto y algún estampado puntual. Hervé Léger by Max Azria se deja llevar por la arquitectura de modo que la geometría, en versión entallada, realza la silueta femenina.
Jason Wu utiliza las pieles y el cuero como bases de una colección "working girl" en la que la cintura es la gran protagonista. Felipe Oliveira Baptista revive la esencia de Lacoste dotándola de color, asimetrías y cortes irregulares dentro de un espíritu muy comercial. Rebecca Minkoff vuelve la vista a los años setenta de modo que el espíritu bohemio lo invade todo: botas altas, vestidos largos, flecos... Altuzarra pertenece al otro grupo de diseñadores de esta edición enamorados por las pieles, en este caso la de zorro, combinadas con sastrería adaptada a la silueta femenina.
Monique Lhuillier concibe el mundo en azules, en sus infinitas variedades, que tiñen cortes asimétricos y conviven con algunos estampados florales. Zimmermann esculpe la figura femenina en versión años setenta, adornándola de motivos étnicos y geométricos. Jeffery Costello y Robert Tagliapietra eligen tonos fríos para una mujer muy decidida que apuesta por la funcionalidad de las prendas. El polo opuesto es la propuesta de Tadashi Shoji que utiliza los tejidos vaporosos y las incrustraciones de pedrería dentro de motivos vegetales y cortes largos y románticos.
El mundo de la aviación inspira a Nicholas K en una colección marcada por las transparencias, las asimetrías y las aberturas. BCBG Max Azria nos presenta una mujer con aires bohemios en tonos tierra. Desigual sigue en la línea de flores, patchwork, asimetrías, color y estampado. Richard Chai busca una mujer masculina que utiliza estampados "gales", trench y botas militares.
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