Pablo Erroz ha inaugurado esta 080 con la colección Nostalgic, una propuesta unisex basada en materiales rústicos y cálidos, como lanas, algodones y napes, y de tonos azul marino, marrones, tierra y grises, en que destacan las parkas y abrigos. Entre los complementos, bolsas de piel tricolores y patinetes de cuero bajo el brazo. Su punto de inspiración: el momento de la emigración americana de los años 20 justo después del Crack del 29.
Edgar Carrascal debuta con la colección Blue Rose en la que las rosas azules toman el protagonismo de las prendas junto con la camisa, personalizada con tejidos como el algodón poliamida o la placa de poliestireno. Una colección basada en la interacción del hombre actual con su cuerpo y la arquitectura humana y con dos ciudades, Medellín y Barcelona, como puntos de partida.
Para Celia Vela es una noche de amor la que justifica su colección. El romance entre un chico barcelonés y una chica de Osaka en Japón es la excusa para crear prendas inspiradas en los kimonos y en otras prendas tradicionales del país del sol naciente. Colores oscuros y vestidos cortos y ajustados y un aire moderno dentro de los aires japoneses en las prendas masculinas.
Brain & Beast presenta Maniac, un llamamiento para liberar a la bestia interna y asumir nuestros miedos como ejercicio de superación de traumas. Esta es la novena entrega de su Décalogue en la que, en un desfile muy diferente, las modelos salían con perros en la pasarela. Piezas que se plantean como juegos, adivinanzas y jeroglíficos de aparente sencillez estructural que responden a ecuaciones geométricas en las que colores y materias responden a códigos no aleatorios.
Mango cerró la primera jornada con la modelo Elisa Sednaoui como estrella invitada. La colección evoca el estilo más hippie de los años setenta con gasas, puntas, flequillos o bordados. Un espíritu libre traducido en forma de vestidos, mini vestidos, faldas largas, ponchos y kimonos lisos o estampados. Una colección llena de feminidad y sabor bohemio gracias a la paleta de colores suaves.
La segunda jornada del 080 se abrió con el desfile de Txell Miras y su colección Angulos, un ejercicio que reivindica la pureza de la forma, las tres dimensiones que surgen de las dos diimensiones de los patrones. Buscar la esencia esculpiendo con cartones desde un esquema que hace las funciones de esqueleto. De esta base nacen los fundamentos de unas medidas que resultan matemática. Combinación de materiales técnicos y de materiales nobles naturales con colores como el blanco, gris, cartón, burdeos y negro.
Los extremos se atraen, pensó Lebor Gabala, y así enfrentando ideas y extremos, se crea una nueva armonía a base de unir extremos opuestos. Ambiente hippie y estampados psicodélicos pero con tejidos texturados y tecnológicos, más propios del siglo XXI. El punto grueso utiliza una paleta de tonos oscuros, invernales; el punto fino pone la nota de color. Prendas urbanas, con acabados rústicos, envejecidos, suaves, teñidos en prenda. Son artesanales. La seda se mezcla con lo deportivo.
Para TCN existe una doble intención de que se pueda combinar el exterior con el interior, lo íntimo con lo exterior. Y todo encaja como por arte de magia. Chispas de color gris, seda para blusas, camisolas y blusones que en algunos casos son estampados y en otros se confeccionan al revés para aportar mayor suavidad a la piel. Los vestidos de seda y los jerséis con patronajes especiales dan una vuelta de tuerca a los clásicos tricots invernales. Y mucha blonda para la ropa interior.
Miriam Ponsa rige un homenaje a los exiliados republicanos en Francia con Exilio. La superposición de capas recuerda las mantas que llevaban durante el viaje. Se trabajan las formas oversize con el fin de poder llevar muchas otras piezas debajo. La técnica del punto tricotado es uno de los ejes principales de la colección combinada con lana, se fieltra con seda, se manipula con látex y se borda con lana mecha. Predominan los colores apagados, como el gris, el caqui y el negro. Colores que evocan la melancolía y el sufrimiento.
El blanco como elemento único. Invisibles, de Josep Abril, presenta tejidos como lana hervida, fieltros y franelas para una una pátina de tiempo que pasa, de irrealidad, de dolor, que esconde aquello que no queremos ver. Colores grises, oscuros, kakis, negros y marino para esa patina que, poco a poco, nos convierte en invisibles.
La hija de Sita Murt, Anna, explicaba que esta colección es un homenaje a su madre "Nuestro homenaje a Sita es seguir trabajando el punto como ella sabía hacerlo". Una paleta de colores con tonos neutros que forman parte de Sita y crudos también, que es la base para dar luz. Y el cobre, que entra como un color muy importante para combinar con los grises. La sobriedad de los colores es solo aparente: un masculino y elegante gris marengo combina con el estallido de un cobre muy sugerente, o el crudo melange y la paleta de tonos naturales como el caqui reciben pinceladas de luz con el azul eléctrico. Un punto sexy muy sutil. La nueva colección de Sita Murt respira estilo, estilo con acento british, vitalidad inteligente.
Desigual apuesta siempre por una actitud alegre, lúdica y creativa. Con seguridad, sin miedo a ser uno mismo. En Desigual no se hace moda, se hacen prendas con emoción. La ropa afecta al estado de ánimo y por ese motivo los diseños de Desigual están pensados para liberar endorfinas, generar energía y buen humor. Tony Ward, top model internacional, y John Halls, exfutbolista del Arsenal e imagen de la firma catalana para primavera-verano 2015, serán los encargados, junto al resto del casting masculino de la 080 Barcelona Fashion, como Andrés Velencoso o Oriol Elcacho, de lucir los diseños más originales y divertidos de la marca. Según afirman desde Desigual, ambos representan el espíritu que transmite el eslogan 'La Vida es Chula'
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