Para que un gigante de la moda como Azzedine Alaïa te dedique una exposición tienes que haber sido muy grande. Ella lo fue. Bettina Graziani fue una de las primeras mujeres en los años cincuenta que sentó las bases de lo que hoy es la profesión de modelo o maniquí. Una exposición titulada BETTINA que ahora se expone en la galería Azzedine Alaïa de París del 13 de noviembre al 11 de enero de 2015.
Bettina y otras modelos de su época como Capucine o Suzy Parker, fueron musas que sirvieron a los diseñadores de la época: Hubert de Givenchy, Christian Dior, Coco Chanel... Por ejemplo a ella se le debe el nombre de la popular camisa blanca estilo masculino con el cuello levantado, imitada en todo el mundo.
La modelo fue testigo de una época emblemática para el mundo de la moda que fue captada por el objetivo de grandes fotógrafos como Erwin Blumenfeld, Louise Dahl-Wolfe, Robert Doisneau, Horst P. Horst, Irving Penn y Willy Rizzo, y cuyas fotografías se exhiben también.
Nacina como Simone Micheline Bodin nació en 1925 y su juventud estuvo marcada por la ausencia de su padre y la primera guerra mundial. Su inquietud artística le llevó primero a querer ser bailarina, después pintora y diseñadora. Se mudó a París para enseñar sus creaciones al modisto Jacques Costet quien, afortunadamente, le pidió que se probara algunos de sus modelos. Así nació Bettina, la modelo.
Se relacionó con los mejores artistas y se codeó con la alta sociedad de la época. Primero estuvo casada con el fotógrafo Benno Graziani, a quien dejó por el guionista Peter Viertel. En 1955 se retiró de las pasarelas y objetivos fotográficos y se enamoró del príncipe Aly Khan. En 1960, Bettina, entonces embarazada de su hijo, sobrevivió al accidente de coche que acabó con la vida del príncipe; el shock del accidente más tarde dar lugar a un aborto involuntario. Tras la muerte de Aly Khan, Bettina escribió sus memorias, Bettina par Bettina. Una de sus últimas colaboraciones fue con Coco Chanel en 1969.
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